martes, 22 de junio de 2010

LA REFORMA LABORAL...LA SUPERPRODUCCION QUE NADIE QUISO COPRODUCIR...


José Luis Rodríguez Zapatero ha vuelto a salvar un escollo fundamental: la convalidación en el pleno del Congreso del decreto de reforma laboral. Lo ha hecho sólo con los votos favorables de los diputados del PSOE (168) y entre críticas del resto de grupos parlamentarios, pero, al fin y al cabo, el decreto está convalidado y ahora inicia un trámite ultrarrápido en el que será posible incluir enmiedas.

Las abstenciones, ya anunciadas, han venido por parte del PP, CiU, PNV, Coalición Canaria, UPyD y el diputado socialista Antonio Gutiérrez -que critica la reforma en un artículo publicado hoy en EL PAÍS-, lo que suma 173 abstenciones Ha faltado el voto de la diputada de Coalición Canaria Ana Oramas, que no ha acudido a la sesión por problemas de salud. En contra han votado los partidos de la izquierda, ERC, BNG, IU, ICV y NaBai (ocho votos). Es decir, más abstenciones que votos a favor, aunque la Cámara ha votado por unanimidad, con 349 votos, que la reforma laboral se tramite como decreto ley.

Tanto el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, como el portavoz socialista, José Antonio Alonso, se lanzaron a defender la reforma, con el argumento de que servirá para crear empleos y de que no supone abaratar el despido ni recortar derechos. Y han emplazado al PP a concretar su posición en las enmiendas. A finales de julio volverá a haber otra votación ajustada sobre el resultado de la negociación en el Congreso y en el Senado.

Todos los demás grupos han coincidido en poner de manifiesto las veces en las que Zapatero ha negado la posibilidad de hacer una reforma laboral y su reiterada negativa a recortar derechos y abaratar el despido. El portavoz de CiU, Carles Campuzano, ligeramente menos crítico que el resto, ha emplazado al Gobierno a mejorar el texto y para eso ofreció su acuerdo.

Muchos más lejos estuvo el portavoz del PNV, Emilio Olabarría, quien ha puesto de manifiesto diferencias de fondo con el proyecto que parecen insalvables. Y Soraya Sáenz de Santamaría, en nombre del PP, ha hablado de la "reforma del despido y no del empleo" y ha criticado duramente el texto del Gobierno.

Han sido muy duros los portavoces de los partidos de la izquierda. Así, Joan herrera (ICV) ha hablado de "ajuste de caballo" y de "día histórico de recorte de derechos"; Joan Ridao (ERC) de "reforma regresiva" que hace el "trabajo sucio a la derecha y a la patronal" y Olaia fernández Dávila (BNG) de abaratamiento inadmisible del despido. El PP lo ha tenido claro: vaticinó la reforma de la reforma que calificó como "la del despido".

http://www.elpais.com/articulo/espana/Gobierno/saca/adelante/reforma/laboral/abstenciones/votos/favor/elpepuesp/20100622elpepunac_30/Tes

sábado, 19 de junio de 2010

TRANQUI ZP QUE LOS FUNCIONARIOS NUNCA TE OLVIDAREMOS...


PARA SEGUIR CALDEANDO EL AMBIENTE………..

OLE, OLE CON LA COMPAÑERA ANDALUZA

RESPUESTA AL ARTICULO DE OPINION "LA DICTADURA DEL FUNCIONARIADO"
DE M. MARTIN FERRAND.

Sr. Martín Ferrand son muchos ya los comentarios despectivos y miserables que se están lanzando contra los funcionarios, esa casta, como usted los llama de la que yo formo parte.
Pero es precisamente su artículo de opinión, por venir de quien viene, todo un profesional del periodismo, al que yo, sinceramente creía, objetivo y sensato, el que me ha encendido sobremanera y no quiero pasar por alto mi oportunidad de respuesta porque no ha podido ser más subjetivo, más insensato y sobre todo, más erróneo en sus planteamientos contra nuestra "casta".
En primer lugar, ni yo ni ninguno de los muchos compañeros a los que trato nos sentimos ni tenemos porqué sentirnos servidores de nadie, y mucho menos queremos ser servidos.
Le aclaro que en mi declaración a Hacienda no consta que sea servidora de nadie, sino una empleada por cuenta ajena; en este caso, mi empresa es la Junta de Andalucía, a la que accedí por cierto tras unas duras oposiciones y que tras, 25 años de servicio como Administrativa (es decir 8 trienios), teniendo un complemento de exclusividad que me obliga a trabajar, como mínimo, 110 horas más al año que al personal que no lo tiene y gestionando un Negociado, cobro 1.500 EUR, de los cuales usted se cree muy dueño de rebajar un 20%.
Comenta que por la crisis es el funcionariado el que tiene que ver disminuidos sus ingresos, ¿por qué?, ¿es que en épocas de "vacas gordas" el Gobierno hace conmigo reparto de beneficios?
¿Está usted quizás dispuesto a darme algo de sus ingresos cuando éstos sobrepasen lo que habitualmente cobra?
¿Está dispuesto acaso a hacerlo algún profesional "libre" de este país?
Le pongo un ejemplo muy concreto.
Un vecino de mi bloque, trabajador de la construcción, tan discreto en ingresos como yo hasta el "boom" urbanístico, ha podido invertir y comprar 2 pisos más en Sevilla capital.
Es cierto, ahora está en paro y yo y toda mi casta hemos contribuido a que pueda cobrar el subsidio de desempleo, porcentaje que pagamos todos los meses aunque a nosotros no nos haga falta, pues jamás lo cobraremos.
Además, usted pretende rebajar mi sueldo un 20% para "repartir" con él y muchos como él que ahora no les va bien.
¿Hablaría usted para que me cediera uno de sus pisos y así dejar la hipoteca del único pisito que poseo y que me está quitando el sueño?
Los dos creemos que él no estaría dispuesto, ¿verdad?.
Pues yo tampoco a darle un 20% de mi sueldo.
Habla también de que pretendemos vivir sin la incertidumbre que acompaña a otros ciudadanos.
Pues sí, Sr. Martín, de eso se trata, aspirar a ser funcionarios es aspirar a poco materialmente en la vida, nunca seremos ricos, pero aspiramos a la estabilidad en el empleo, recurso al que puede aspirar cualquier persona, usted también, aprobando unas oposiciones.
Por tanto, si yo he aspirado a "ganar poco y vivir tranquila" es un derecho adquirido y no, no me he adueñado de nada ni considero mi puesto hereditario.
Mis hijos se lo tendrán que currar y posiblemente más que los suyos, por venir de una familia más humilde o sencilla como quiera llamarlo.
Y es en este punto donde más me enciendo, ¿con qué derecho se cree para proclamar a los cuatro vientos que mis dos hijos (estoy separada) tengan que vivir con un 20% menos de lo que viven?
Ah!.., y yo declaro hasta el último céntimo que gano (y todos sabemos que eso no es así en todas las profesiones, pues hay mucha "economía sumergida").
Por lo tanto no intente "calentarle" el ánimo a nadie con el hecho de que son los ciudadanos quienes con sus impuestos me retribuyen, nosotros también contribuimos y mucho a las arcas del Estado.
Y una cosa más, considero el trabajo de esta casta mucho más importante para el país que el de su profesión, por ejemplo.
Si no escribe un día un artículo no pasa absolutamente nada, pero si mis compañeros de la Sanidad, la Enseñanza, los Cuerpos de Seguridad... no acudieran a su trabajo... ¿qué ocurriría?
En fin, Sr. Martín piense más lo que escribe antes de hacerlo.
Yo lo suscribo por entero, y, en lo que se refiere a la Sanidad, diré (y hace mucho que quiero decirlo): Llame Ud. a un fontanero, o a un electricista, por ejemplo, un 24 o un 31 de Diciembre a las 04 horas de la madrugada (y relato dos casos auténticos ocurridos con esos dos profesionales).- ¿Cree que acudirá alguno a su domicilio?
- ¿Cuanto cree que le cobrará?
- ¿Le hará factura o le tendrá que pagar en cash? además de tener que darle las gracias, aunque al día siguiente fallen las reparaciones. Yo se lo digo: - Después de llamar a los de la Compañía de Seguros de su domicilio, no irá nadie.
Al día siguiente, tampoco. El primer día laborable se presentará uno que le facilitara el portero de su finca.
- Le dirá que, si quiere que repare la avería, le tiene que pagar en mano (creo que a eso se le llama dinero negro).
- Estarán en su casa: uno 7 minutos y el otro 14 minutos- Le cobrarán: uno 80 EUR por 7 minutos y otro 93 EURuritos por 14 minutos.
¡¡¡ No está mal !!!
(Por cierto al electricista se le tuvieron hasta que prestar las herramientas)
Ahora le diré que pasaría si Ud. (o el electricista o el fontanero de la historia) un 24 o un 31 de Diciembre a las 04 horas de la madrugada se diera una fenomenal torta con su coche (Dios no quiera) después de venir de una fiesta de esas a las que sólo pueden ir los que tienen sus ingresos (aunque, la verdad, ustedes siempre suelen ir de gorra a esos saraos, cosa que no nos ocurre a ningún funcionario:
- Acudirán la policía y los Servicios de Emergencia (todos ellos funcionarios que tienen la suerte de trabajar ese día).
- Le llevarán a las urgencias de un Hospital Público (donde se le admitirá aunque Ud. no tenga cartilla de la Seg. Social.
- Le atenderán celadores, administrativ@s, auxiliares de enfermería, enfermer@s, divers@s técnic@s, médic@s, etc... (todos ellos funcionarios que también tienen la suerte de trabajar ese día).
- Pongamos que sufre un traumatismo craneo-encefálico (repito: Dios no quiera).
Se le llevará a un quirófano ya preparado y bien limpio (también entran en esta función l@s limpiador@s que también tienen la suerte de trabajar ese día).
- Se le intervendrá durante varias horas esa misma noche (no el día siguiente o el otro).
¿Sabe cuanto cobrará por hora el que más cobrará (en este caso los médicos y neurocirujanos)? - Alrededor de 15 Euros netos.
El resto se lo lleva Hacienda (aquí no vale lo del dinero negro) Imagínese lo que cobrarán los demás... ¿Sabe qué ocurrirá si la operación no es de su agrado? Ud. (o el electricista o el fontanero de la historia) nos demandará.
Iremos todos a los Tribunales y tendremos muchos problemas.
¿Sabe qué ocurre si uno de sus artículos, o la reparación, no es de nuestro agrado?
¡¡¡ NADA !!! Entonces, Sr. Martín Ferrand, ¿sigue opinando que se nos debe bajar un 20 % nuestras retribuciones? Si es así, a Ud., y a los que piensan como Ud., sólo tengo que decirles:¡¡¡ Váyanse a hacer puñetas !!!

jueves, 17 de junio de 2010

ALGUNOS DE LOS ERRORES QUE HARAN DESAPARECER A ZP...

En los últimos meses el Gobierno ha puesto sobre la mesa múltiples medidas: varias propuestas de reforma laboral, elevar la edad de jubilación a los 67 años, una subida fiscal para las rentas altas, el copago sanitario, el recorte del sueldo de los funcionarios... Muchos de estos mensajes siguen en el aire, sin apenas concretarse. Los expertos mantienen que esta forma de actuar no responde a ninguna estrategia. Simplemente, lo achacan a la improvisación y alertan de que esta falta de visión pone en peligro la credibilidad de España ante los organismos internacionales y los mercados.

Muchos de estos mensajes siguen en el aire, sin apenas concretarse. Los expertos mantienen que esta forma de actuar no responde a ninguna estrategia. Simplemente, lo achacan a la improvisación y alertan de que esta falta de visión pone en peligro la credibilidad de España ante los organismos internacionales y los mercados. A continuación se explican los principales errores de comunicación política en los que ha incurrido el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero, según los expertos.

1-No tiene una estrategia.
Los expertos coinciden en que se está actuando a corto plazo e improvisando. "El Gobierno está siguiendo la antiestrategia. No creo que haya un plan de globos sonda, simplemente adolecen de una falta de conocimiento absoluta sobre cómo funciona la opinión pública", explica una fuente cercana a Moncloa.

Para Carlos Ruiz Mateos, experto en asuntos públicos y comunicación política y autor del blog Escuela de Comunicación Política, los mensajes cruzados son fruto de la descoordinación. "No hay coordinación interministerial y de éstos con Moncloa ni, sobre todo, coherencia en las medidas y eso provoca en el elector una confusión que difícilmente es invertible", explica.

A juicio de Santos Ortega, director de Asuntos Públicos de MAS Consulting, "la comunicación del Gobierno en estos últimos meses se puede considerar más táctica que estratégica, basada únicamente en el corto plazo. La situación de España ha preocupado tanto internacionalmente en las últimas semanas que el Gobierno se ha visto obligado a acometer medidas que no tenía previstas y que no estaban incluidas en su estrategia de comunicación".

2-Falta explicación
Ruiz Mateos considera que, por ejemplo, tras el anuncio del tijeretazo de 15.000 millones de euros, a Zapatero le faltó pedagogía porque dio un giro radical a su doctrina social y no supo argumentarlo. "Aún con toda la dificultad que entrañaba generar compresión sobre la medida, el presidente del Gobierno no acudió a ningún acto ni salió a explicar las medidas en los siguientes 4 días al anuncio. Este hecho es grave en términos de comunicación, porque no hay manera de recuperar el terreno perdido cuando has otorgado al rival (oposición) tanta ventaja para que lo explique a su manera", asegura Ruiz Mateos.

En ese paquete de medidas, por ejemplo, el presidente habló de una congelación de las pensiones en 2011. Sin embargo, este anuncio fue un claro error de comunicación. El mensaje que Zapatero debería haber transmitido en realidad, según fuentes cercanas al Gobierno, era: las pensiones se suben un 2% habitualmente a final de año para adecuarlas a la inflación y así se hizo en 2009 (cuando el IPC fue del 0,8% de media), como entonces la subida fue superior a la realidad de los precios, este año se compensará no subiéndolas al final de este ejercicio. En realidad, nadie pierde poder adquisitivo. Sin embargo, ésta no fue la idea que caló.

3- No hay concreción, sino confusión
De todas las medidas que se han insinuado en lo que va de año, la mayoría sigue en el aire sin detallarse. Léase la reforma del sistema de pensiones o una posible subida fiscal a las rentas altas, por no decir de la reforma laboral. Todas estas recetas sobrevuelan la opinión pública, hacen mucho ruido y crean confusión. Algo peligroso cuando España está en el ojo del huracán.

"Hasta ahora, todos sus mensajes iban dirigidos a los electores que, generalmente, poseen un nivel de información menor y cortoplacista. Ante este grupo de interés sí funcionan los globos sonda y puede ser útil y necesario recurrir a ellos en determinados momentos. Sin embargo, ante el escrutinio de organismos internacionales puede trasladar incertidumbre. Este es el grupo de interés que demanda más concreción actualmente", explica Ortega.

4- El presidente no ha dado la cara
Los expertos critican que el presidente ha seguido la fórmula de la avestruz y, en lugar de afrontar la situación, ha escondido la cabeza. Para Ruiz Mateos, "el análisis que se está haciendo en Moncloa es que, en este momento de debilidad extrema de la figura del presidente hay que blindarla, sacarle de los medios, protegerle". De hecho, como se explicaba antes, Zapatero no ha concedido ni una sola entrevista desde el 12 de mayo y estuvo 4 días KO después del anuncio.

Sin embargo, "no hay peor análisis que ese en estos momentos. Tras un viraje político tan relevante, a muchos españoles se les ha roto también el discurso, las palabras con las que defender la gestión de su presidente. Sólo él puede rellenar ese hueco: debe comparecer inmediatamente ante los medios de comunicación (en múltiples formatos: rueda de prensa, entrevistas, coloquios con periodistas...) y lanzar su mensaje de responsabilidad ante una situación tan grave. Cada día que pasa sin hacerlo es una grieta más en su credibilidad", explica este experto.

"Las medidas no se corrigen en el BOE [en alusión a los cambios introducidos sobre la capacidad de endeudamiento de los ayuntamientos], sino que se explican en la televisión", sentencia tajante una fuente muy cercana a Moncloa. Pero en esta estrategia también hay que tener acierto. De hecho, el ministro de Fomento, José Blanco, fue entrevistado en La Noria y su aparición fue muy controvertida, porque no parecía el espacio más adecuado para analizar unas medidas de ese calado.

5- Delegar la explicación a Elena Salgado
Tras el desconcierto generado el 12 de abril, el Gobierno cedió la exposición del real decreto, aprobado por el Consejo de Ministros, a las dos vicepresidentas. María Teresa Fernández de la Vega y Elena Salgado lo presentaron pasadas las nueve de la noche del jueves 20 de mayo y, según ellas mismas dijeron, como ya era tarde no iban a entrar en más detalles.

"Y en estos casos tan importantes, no hay vicepresidentas que valgan: los ciudadanos necesitan escuchar a su presidente, remangado, explicando una a una las medidas", defiende el asesor Ruiz Mateos.

Por su parte, fuentes cercanas al Ejecutivo centran sus críticas en la ministra de Economía: "Salgado no percibe la importancia de la opinión pública, es una burócrata. En muy voluntarista pero nada más. No se plantea cómo va a recibir la gente las noticias y no entiende de comunicación".

Hay que recordar que no es la primera vez que esta política demuestra cierta torpeza comunicativa. En 2007, después de aprobar una polémica ley antitabaco quiso extender esta prohibición a las bebidas alcohólicas. Así, una norma que nacía con la vocación de prevenir que no se extendiera el consumo de alcohol entre los jóvenes se convirtió en la ley del vino y generó una auténtica revuelta en el sector y la ley fue retirada. También causaron revuelo las críticas de Salgado a las hamburguesas o sus consejos para combatir la gripe aviar. Finalmente, los medios atribuyeron a estos tropiezos su salida del Ministerio de Sanidad en julio de 2007.

6- Brusquedad
El recortazo generó un gran desconcierto porque irrumpió en la opinión pública como un elefante en una cacharrería. "Ni los ciudadanos, ni los inversores suelen gustar de sorpresas, son conservadores en ese sentido y Zapatero dio un giro total a su doctrina sin una transición previa", explica Ruiz Mateos.

Por este motivo, cuando los bancos centrales van a subir o bajar los tipos de interes se despliega meses antes una estrategia dirigida a informar de esa posibilidad. El resultado es que, cuando finalmente se realiza, el impacto en los mercados es mínimo o, al menos, existe capacidad de reenfocar la situación.

7- Fatídica puesta en escena
Los expertos tampoco ven correcta la actitud de Zapatero el día del anuncio del tijeretazo. "Cierto es que no era un día para sonreír y no debía hacerlo para no ofrecer una imagen de superficialidad o despreocupación. Sin embargo, el presidente se mostró desplomado sobre la tribuna literalmente, con los hombros caídos, el semblante rígido, incómodo, ojeroso... Era la imagen de una persona, en parte, fuera de sí. La antítesis de un capitán de barco que sabe dónde nos lleva aunque le duele reconocer que las rutas serán complicadas", explica Ruiz Mateos.

Esta imagen de abatimiento se volvió a repetir el pasado jueves 27 de mayo cuando el Ejecutivo, tras una votación agónica, logró sacar por sólo un voto su plan de ajuste adelante. Habrá que ver cuál es su actitud cuando se vote la reforma laboral en las próximas semanas.

8- No se ha sabido hacer una comunicación de crisis
"Zapatero debería tomarse en serio la comunicación que en época de crisis es muy importante y diferente de cuando todo va bien. El presidente se ha dado cuenta de todo esto tarde y cuando empieza la cosa a pudrirse es muy complicado recomponerlo. El liderazgo se confirma en épocas difíciles y no en bonanza", explica un asesor.

Para Ortega, "la petición del esfuerzo colectivo ante la magnitud de la crisis es un mensaje adecuado, aunque ha llegado de forma demasiado precipitada e inesperada".

Ruiz Mateos va más allá y asegura, por ejemplo, que en cierta manera el optimismo se le ha vuelto en contra al Ejecutivo. "Se generaron muchas expectativas sobre la presidencia europea liderada por Zapatero. Se vendió como un revulsivo de la legislatura, el punto de inflexión que impulsaría la figura de estadista de este presidente [fue mítica la declaración de Leire Pagín afirmando que se produciría un encuentro planetario cuando se diera coincidencia de Obama y Zapatero a los dos lados del Atlántico]", explica este experto.

Sin embargo, "la casi intervención de la economía española por parte de Alemania y Francia, que provocó el fatídico 12 de mayo, ha tumbado toda posibilidad de conseguirlo. Una presentación más humilde de los trabajos que se iban a realizar durante el semestre, habría permitido torear mejor los fracasos", añade Ruiz Mateos.

9- Zapatero se ha asociado sólo al mensaje negativo
En los últimos meses y tras estos acontecimientos, el presidente se ha centrado en el mensaje negativo. Esto es también un error de comunicación para el presidente que, por ejemplo, se ha perdido la foto con el popular Lula en la última reunión de la Alianza de las Civilizaciones, una iniciativa creada por Zapatero. El presidente decidió no viajar a Brasil para impulsar la reforma laboral, según se explicó, pero esa decisión tampoco parece haber sido muy eficaz.

10-Se transmite una imagen de incertidumbre
Los analistas consideran que el resultado de todos estos errores de comunicación es que en la opinión pública ha calado la sensación de que el Gobierno no controla la situación. Y, esa incertidumbre, además de pasarle factura electoralmente, también puede tener su impacto en el futuro de la economía española.

"Después de lo que ocurrió en Grecia, ahora todo el mundo, organismos internacionales, analistas y la opinión pública en general están pendientes de España. Y esta política de comunicación tan caótica está poniendo en peligro la credibilidad de España como país. Hay mucho en juego", mantiene una fuente que cercana a Moncloa. De hecho, los rumores sobre un posible plan de rescate para España se han vuelto a desatar.

http://www.expansion.com/2010/06/14/economia/1276528424.html?a=6e5ebdbc75fb65bb185e063a373c5294&t=1276599657

domingo, 13 de junio de 2010

RETRATO DE UN PAIS EN CRISIS


La crisis económica de España no tiene una zona cero. El visitante tiene la impresión de que todos en el país parecen narrar una parte distinta de un drama nacional, una poderosa mezcla de dificultades y obsesiones universales. Pero si hubiera que empezar la historia en un lugar en el que los orígenes y las consecuencias del desastre estén más claros, una buena opción es el pueblo de Villacañas.

Hasta hace unos años, el rasgo más característico de Villacañas eran sus silos. Generaciones de agricultores pobres vivían en unos búnkeres subterráneos, en muchos casos excavados con herramientas de mano en el suelo calcáreo de La Mancha. Los silos eran baratos y ofrecían calor en invierno y fresco en verano. En los años cincuenta del siglo pasado seguía habiendo centenares en uso, pero hoy existen pocos visibles. El motivo es que, de la noche a la mañana, Villacañas se enriqueció de manera asombrosa. La gente se compró pisos en Madrid, casas en la playa, y construyó nuevas viviendas sobre las cuevas de sus antepasados.

La opulencia llegó a través de una industria cuya audacia y simplicidad estaba a la altura de los silos: Villacañas fabrica puertas. No unas cuantas, sino 11 millones de puertas en 2006, más del 60% del mercado nacional en pleno apogeo de la construcción. Las ventas aportaban a este pueblo de 10.000 habitantes ingresos de más de 600 millones de euros al año. El sector proporcionaba 5.000 puestos de trabajo bien remunerados, daba empleo a familias enteras en turnos que cubrían los siete días de la semana e hizo que chicos de 16 años abandonaran el colegio, deseosos de poder comprarse un Audi nuevo para cruzar a toda velocidad el primer y único semáforo de Villacañas.

Como es natural, la crisis amenaza con dejar todo esto en chatarra. En una mañana reciente de domingo, Raimundo García caminaba por la nave silenciosa de la fábrica de Puertas Visel, de la que es director general. Hijo de un carnicero local, estudió Económicas en la Universidad de Chicago y luego regresó para convertir Visel en una empresa de enormes beneficios. En 2007, la empresa fabricó casi un millón de puertas y tenía 830 empleados. Hoy, la fábrica cuenta con 320 trabajadores y sólo funciona cuatro días a la semana. Como casi la mitad de las 10 empresas de puertas que sobreviven en la región, está en suspensión de pagos y corre peligro de desaparecer. "Mi gran pena es que no nos reorganizáramos antes de la crisis", dice García. "Ahora podríamos tirar todo esto a la basura".

Villacañas quizá tenga que soportar ya siempre la etiqueta de Ícaro -voló demasiado alto, sus alas se fundieron y cayó-, si no fuera porque lo que sucede aquí hoy parece tan significativo como su edad de oro. Como en otros lugares de España, los habitantes de Villacañas se hacen preguntas fundamentales sobre su comunidad y su país, a menudo con angustia, ira y frustración: ¿qué nos ha pasado?, ¿quién tiene la culpa?, ¿qué va a ocurrir ahora?, ¿cómo va a ser nuestro futuro y cuánto podemos controlar?

Llegué a España a finales de mayo, procedente de Estados Unidos, con preguntas similares. En Estados Unidos, la crisis económica ha suscitado un debate sobre el papel del Estado, sobre la justicia y la responsabilidad, sobre los valores sociales y la identidad. ¿En qué está cambiando España por culpa de la crisis económica más compleja desde su transición a la democracia? ¿Por qué un 20% de desempleo no ha desencadenado un conflicto social? ¿Cómo están preparando los líderes del país la salida?

Sea justo o no, los mercados mundiales y los medios de comunicación tienden a dividir el mundo en dos categorías: los países que tienen problemas y los que son problemas. Y hoy consideran que España es un problema. Una consecuencia de ello es que los titulares nacionales desatan temblores por todo el sistema, como ocurre casi a diario desde principios de mayo. Otra, quizá más útil, es que empuja a ver cada parte concreta de la crisis como un elemento relacionado con los demás.

En un análisis publicado al día siguiente de mi llegada, uno de esos titulares que sacuden el sistema: el Fondo Monetario Internacional lo hacía con este breve párrafo: "La economía de España necesita reformas exhaustivas y de largo alcance. Los retos son graves: un mercado de trabajo disfuncional, el estallido de la burbuja inmobiliaria, un gran déficit fiscal, un sector privado y una deuda externa que pesan mucho, un crecimiento de la productividad anémico, una competitividad débil y un sector bancario con bolsas de debilidad". El país necesita una "estrategia integral", decía, y "hay que hacerlo cuanto antes".

No he hablado con una sola persona, dentro o fuera del Gobierno, que esté fundamentalmente en desacuerdo con este análisis. Es un caso poco frecuente de consenso. En casi todo lo demás, España ofrece la imagen de unos responsables políticos profundamente divididos. Existe la obsesión de restaurar la confianza de los extranjeros en el país. Pero impresiona todavía más la falta de confianza de los propios españoles en sus dirigentes y sus instituciones.

Es lo que sucede en Villacañas. El joven alcalde del pueblo, Santiago García Aranda, me recibió en su despacho, que da a la modesta plaza de España, con ocho sucursales de bancos herencia de la época de apogeo y filas de parados cada mañana ante la oficina de empleo. García Aranda, del PSOE, observa el debate político actual con abierto desprecio.

"La intensidad de la crisis que estamos viviendo no es de hoy. La estamos viviendo de forma brutal desde 2008. Este pueblo habla de la crisis desde 2008. El país, no", dice. "Todos, incluyendo la prensa, están obsesionados con las elecciones y no con el futuro del país. No es sólo Zapatero quien no está comunicando bien. Las universidades, los medios de comunicación, también nos han fallado".

Los costes humanos de la crisis ya son graves, dice. Durante el boom, Villacañas tenía una de las mayores tasas de abandono escolar del país. "Hay en Villacañas personas de 40 años que habían trabajado desde los 16", explica García Aranda. "Y ahora ya no trabajan y carecen por completo de las cualificaciones profesionales y humanas y de los instrumentos de adaptación para salir adelante".

El alcalde, cuya madre tenía un puesto de periódicos en el pueblo, y que trabajó a tiempo parcial en el sector de las puertas cuando era estudiante, dice que también se daba el fenómeno opuesto: por primera vez, muchos padres de Villacañas habían podido enviar a sus hijos a estudiar, como él, a obtener títulos universitarios. Y me contó esta historia:

"Hace dos semanas tuve a un padre exactamente donde tú estás sentado. Su esposa y él están en paro. Sus dos hijos están estudiando en la universidad: la hija, ciencias veterinarias, y el hijo, aeronáutica. Y el padre tenía que decidir a cuál de sus dos hijos le debe permitir continuar sus estudios. Y se decidió por su hija porque le faltaba solo su último año. Así que sacó a su hijo". Al alcalde se le empañaban los ojos. "Ojalá pudiera poner a los que toman las decisiones en el pellejo de ese padre", dijo.

Durante el periodo de prosperidad -parte de una transformación general que el embajador de España en Estados Unidos llamó hace poco "los mejores años de nuestra historia colectiva de los últimos cinco siglos"-, lo extraordinario se convirtió en corriente. Como consecuencia, hoy es normal oír a la gente sorprenderse e indignarse por la crisis económica actual, algo que ha sucedido muchas veces en muchos países, y, en cambio, calificar el asombroso ciclo de cambios anterior como completamente normal.

Economistas de todo el espectro político dicen que los dos periodos están unidos. La historia se resume así: más de 10 años de préstamos baratos de Europa ayudaron a alimentar un fantástico aumento del gasto y las inversiones. España construyó un ferrocarril y unas carreteras de primera categoría y llevó a cabo proyectos turísticos. Construyó más viviendas nuevas que Alemania, Francia e Italia juntas... y vio cómo se duplicaban los precios de las casas. El gasto de consumo se incrementó dos veces más que la media europea durante esa década, y los salarios subieron un 30%. Cinco millones de inmigrantes nuevos se incorporaron al mercado laboral. En una especie de maquinaria en movimiento perpetuo, se necesitaba a los inmigrantes para que construyeran casas para sí mismos.

"Cuando la economía va bien, España crea más empleo que ningún otro país", dice Joaquín Arango, director del programa de Migraciones Internacionales y Ciudadanía en el Instituto Universitario Ortega y Gasset. "Cuando la economía va mal, España destruye más empleo que ningún otro".

A finales de 2009, la deuda exterior total de España era de 1,735 billones de euros, equivalente al 170% del PIB. La banca privada, que evitó los peores excesos de la crisis financiera de 2008, posee en la actualidad aproximadamente la mitad de las viviendas vacías españolas. El Gobierno, mientras tanto, aumentó el gasto público un 7,7% anual a partir de 2005. Esto, unido al descenso de los ingresos, convirtió el superávit presupuestario de 2007 en un déficit del 11%. Más de cuatro millones de trabajadores perdieron su empleo; la tasa de paro española, del 20%, es más del doble de la tasa media en Europa. Las prestaciones de desempleo, las más generosas de Europa, cuestan al Estado otros 32.000 millones de euros al año.

Cuando estalló la crisis crediticia griega en abril, las preocupantes cifras de España se volvieron tan imposibles de ocultar como los bosques petrificados de grúas que vigilan las entradas a tantas ciudades.

Los economistas en España suelen destacar los factores internos para describir la anatomía de la crisis y justificar los cambios estructurales que dicen que son necesarios. "La hora de la verdad llegará cuando nos demos cuenta de que las principales causas de la crisis son internas", dice César Molinas, director de la consultora Multa Paucis, que ha ocupado varios cargos económicos en el Gobierno español.

Las autoridades y otros políticos, por el contrario, tienden a prestar más atención a las raíces internacionales. Para el Gobierno de Zapatero, esa respuesta parece ser casi un reflejo. Cuando le pregunté a Elena Salgado, la animosa y elegante vicepresidenta económica, sobre los obstáculos al crecimiento de la economía, lo primero que dijo fue: "A nosotros nos está penalizando el desconocimiento internacional de dos cuestiones importantes...", y emprendió una explicación del estado constitucional de las comunidades autónomas y la solidez de las cajas de ahorro. Al final acabó diciendo que, cuando se completen la reestructuración de las cajas y la reforma del mercado laboral, "habremos puesto las bases para recuperar nuestro crecimiento potencial, que en España es alto".

La decisión entre buscar las claves de la recuperación económica dentro o buscarlas fuera puede reflejar las diferencias sobre la urgencia y la dimensión de las reformas estructurales necesarias para conseguirlo. En cualquiera de los dos casos, muchos economistas se han vuelto pesimistas sobre las perspectivas de crecimiento. Después de contraerse un 3,9% en 2009, la economía española será la única del G-20 que no va a crecer en 2010. El Gobierno ha reducido sus proyecciones de crecimiento para 2011 al 1,8%; la agencia de calificaciones Fitch las sitúa a un nivel aún más bajo. Molinas y otros creen que la recuperación será en "L", más parecida a la de Japón en los últimos 20 años que a la de Estados Unidos.

"El mayor riesgo es que en 2013-2015 la renta per cápita vuelva a ser la que era hace 10 años", dice Emilio Ontiveros, presidente de Analistas Financieros Internacionales. "Va a ser una economía más delgada con peligro de anorexia".

Fernando Ballabriga, director del departamento de economía en la Escuela de Negocios ESADE, también ve un "horizonte de estancamiento". "Lo que es más preocupante no es la crisis inmediata, sino el estancamiento a largo plazo", asegura. "Es muy importante que la solución sea un paquete. Yo estoy convencido de que hay que hacer todo a la vez. Que la política esté o no preparada para eso, es la gran pregunta".

"Todo a la vez" significa llevar a cabo reformas estructurales, además de medidas de austeridad. Incluye una reforma laboral que cree flexibilidad salarial y más igualdad para el 30% de trabajadores con contratos temporales; la reforma de las cajas de ahorros, que albergan el 50% de los depósitos, consolidar su número y proporcionar los medios para la recapitalización; crear una financiación pública sostenible; ocuparse de una población mayor cada vez más numerosa; impulsar la productividad, que se redujo bruscamente durante los últimos 10 años.

Rodrigo Rato, ex ministro de Economía y ex director del FMI, que este año ha sido nombrado presidente de Caja Madrid, me dijo que "lo que tiene que hacer España es tomar decisiones sobre su política tanto macroeconómica como microeconómica, y explicarlas a la gente. Esas decisiones son difíciles. Lo importante es que las decisiones no sólo resuelvan nuestros problemas inmediatos, sino que introduzcan correcciones en la forma de abordar nuestros problemas a largo plazo".

Rato confía en que la reforma de las cajas va a seguir adelante. "Estoy seguro de que de aquí a dos o tres años tendremos menos cajas en activo, mayores y más capitalizadas".

Pero ninguna medida es por sí sola una contraseña mágica para salir de la crisis. La reforma del mercado laboral, por ejemplo, no es un medio para crear nuevos puestos de trabajo. Y algunos de los mecanismos que los Gobiernos utilizaban en el pasado para restablecer la competitividad -como las seis devaluaciones de la peseta entre 1977 y 1997- desaparecieron con la creación de la eurozona, lo cual supone una presión añadida para la unión monetaria y España.

Javier Vallés, principal asesor económico de Zapatero, dice que en estas circunstancias no existen buenos modelos que España pueda imitar. "Entre los economistas suelen hacer papers con economías de laboratorio", explica. "España es un ejemplo real de una economía que va a ser estudiada en los próximos cinco años. Ahora es el momento de la consolidación fiscal y un ajuste que marque el crecimiento de la próxima década. Las decisiones que estamos tomando ahora tendrán impacto en los próximos 10 o 20 años".

Para Salgado, la eurozona realza la "dicotomía" entre austeridad y crecimiento. "El problema es que nosotros tenemos que financiar nuestro déficit en los mercados y no estamos en la situación de Estados Unidos ni estamos en la situación de los países de fuera del euro, que, aunque no hagan una devaluación, pueden ver cómo su moneda se deprecia, en términos relativos, y eso les origina una ventaja competitiva", dice. "Nosotros estamos en una zona económica que está ligada a una moneda y, por tanto, las herramientas que tuvimos en los años noventa ya no las tenemos. Entonces, claro, siendo verdad que debiéramos hacer más por el crecimiento, lo cierto es que, día a día... los mercados en este momento están primando más la austeridad en el gasto".

"Es cierto que la confianza es muy difícil de construir y muy fácil de perder. Así que vamos a pagar un precio por la pérdida de confianza", dice Rato. "Algunos de nuestros problemas deben resolverse al nivel del euro. Seamos francos: no sólo hay falta de confianza en España, sino falta de confianza en el sistema del euro y en su capacidad de resolver sus propios problemas. Y ahí creo que necesitamos una definición clara de lo que debe ser una política fiscal del euro. Algo que en estos momentos está faltando".

En España es frecuente comparar a los políticos, y de forma desfavorable, con el sector empresarial del país. España posee un plantel de grandes compañías de categoría internacional: Banco Santander, BBVA, Telefónica, Ferrovial, Iberdrola, FCC, ACS y otras. Cuenta con tres de las mejores escuelas de negocios del mundo. La inversión en energías renovables le ha dado fama internacional por parques eólicos como el que está cerca de la universidad de mi hija en Pensilvania, operado por Gamesa, que ha obtenido millones de dólares de los fondos de estímulo en Estados Unidos.

Por el contrario, los dirigentes políticos españoles son objeto de críticas feroces por parte de la opinión pública. Las informaciones constantes sobre la corrupción política, la incomprensible alergia -curada hace muy poco- del Gobierno de Zapatero a la palabra "crisis", el ferviente empeño de la oposición en buscar ventajas electorales a costa del consenso, han acabado con la fe en que las autoridades puedan conducir al país hacia la recuperación.

"Las soluciones requieren o un gran consenso o un Gobierno fuerte. Y no tenemos ninguno de los dos", dice Fernando Fernández, profesor de economía en la IE Business School. Añade: "Que tenemos un problema de competencia profesional en la clase política, es objetivamente cierto... Nunca hemos tenido un Gobierno más débil, nunca en la historia de España".

Gran parte del problema de credibilidad del Gobierno al hablar de economía tiene que ver con que todavía hoy no ha ofrecido una visión clara y global del camino que tiene España por delante. Y la montaña rusa del último mes no ha ayudado. Zapatero no ha explicado del todo por qué declaró el 5 de mayo que la economía no necesitaba un ajuste "drástico" y a continuación anunció ajustes drásticos e "imprescindibles" una semana después.

De hecho, los miembros del Gobierno siguen dando la impresión de que su fe en la austeridad es resultado de una conversión obligada. Salgado dice que el Gobierno cree, como proclamó Zapatero el año pasado, que la salida de la crisis "será social, o no será". Al preguntarle si el gasto social actual es sostenible, contesta, con brevedad, que "es sostenible porque según nuestras prioridades lo hemos puesto en el máximo lugar".

"Nosotros estamos resistiendo lo máximo posible antes de afectar a ninguna partida del gasto social. Ahora hemos tenido que afectar mínimamente a un 0,5% del gasto social, pero queremos quedarnos ahí", añade.

La endeble convicción del Gobierno parece corresponderse con el celoso oportunismo de la oposición. Me entrevisté con Mariano Rajoy en su despacho de la planta alta de la sede del Partido Popular en la calle de Génova. Con amabilidad y después de apartar su cigarro, Rajoy se lanzó a enumerar las diferencias entre su estrategia para la economía y la de Zapatero con el fervor de un fiscal que sabe que él también está siendo sometido a juicio.

En el fondo, dice Rajoy, "el problema del Gobierno no es su posición, sino su inacción". Y en el fondo, cada vez más, parece que el plan económico de Rajoy consiste en apartar a Zapatero del poder.

"Nosotros pensamos que el principal factor de desconfianza que hay en este momento en la economía española es el Gobierno", dice. "El principal, por encima de cualquier dato objetivo o económico".

Rajoy explica por qué votó en el Parlamento contra las medidas de austeridad del Gobierno no sólo por las medidas en sí, sino como parte de una estrategia para obligar a que se presente una moción de confianza. Las encuestas dan al Partido Popular suficiente apoyo para lograr la mayoría absoluta. Algunos analistas políticos dicen que una gran derrota del PSOE en las elecciones catalanas de otoño pondría en peligro los dos años que le quedan a Zapatero en su puesto.

Pero las cifras de la opinión pública también contienen trampas para la oposición. Los votantes han perdido la confianza en todos los líderes. Y, como prueba del ansia de soluciones que tienen, una gran mayoría insta a la oposición a apoyar las medidas económicas del Gobierno, aunque dichas medidas sean impopulares. Rajoy se ha negado.

Algunos teóricos alegan que, como ocurre en la economía, la política española sufre unos profundos desequilibrios estructurales, que van desde la promoción interna en los partidos hasta la relación entre el Gobierno central y las comunidades autónomas. Las comunidades representan el 57% del gasto público. Más de la mitad de los casi tres millones de funcionarios públicos trabaja para los Gobiernos regionales, muchos en una red burocrática opaca (685 entidades autónomas solo en Cataluña). Los intereses políticos regionales desempeñan un papel crucial en las cajas de ahorros.

"La crisis deja al descubierto los límites de las relaciones entre el Gobierno central y las autonomías", dice Joan Subirats, catedrático de ciencia política en la Universidad Autónoma de Barcelona. "No hay entrenamiento para gobernar el país colectivamente". Menciona, como un ejemplo positivo, la cooperación entre las autoridades centrales y regionales en el asunto de la gripe porcina. La situación económica requiere algo más.

"Esta no es una crisis, es un cambio trascendental", dice. "El país no puede ser el mismo".

Es de destacar que el electorado no está tan polarizado como los políticos, dice Jordi Capo, politólogo y especialista en votaciones en la Universitat de Barcelona. Ese puede ser un factor que contribuye a la paz social pese a la escasez de recursos, la incertidumbre sobre el futuro y las frustraciones de la vida cotidiana. Quizá llegue el estallido social -algunos afirman que la tardanza del Gobierno en abordar la crisis puede hacer que el estallido sea todavía más explosivo-, pero, por ahora, cualquier agitación está soterrada.

Para un estadounidense, sobre todo, el caso de los inmigrantes parece especialmente revelador. Los inmigrantes constituyen más o menos el mismo porcentaje de la población en España y en Estados Unidos. En España, que ha tenido una mayor entrada de extranjeros que ningún otro país europeo salvo Irlanda, donde se calcula que el 20% de todos los recién nacidos son de madre extranjera y el desempleo entre los inmigrantes es al menos un 30% superior al de los españoles, no hay un Arizona, no hay indignación nacional sobre quién tiene derecho y quién no tiene derecho a estar.

"En España, a pesar de todo, no ha habido rechazo y hostilidad, no ha habido partidos xenófobos", dice Joaquín Arango. Ahora bien, añade, el país tendrá que reabsorber a un millón de inmigrantes desempleados en la economía, sobre todo porque la mayoría parece dispuesta a quedarse. Y, a largo plazo, debe resolver cómo seguir atrayendo a nuevos inmigrantes.

"Hay que reflexionar sobre el futuro. No va a ser igual", dice. "La economía tiene que cambiar y volverse más productiva. Va a necesitar un nuevo tipo de inmigrante".

El 29 de abril -13 días antes de que Zapatero anunciara el primer gran paquete de austeridad del Gobierno-, Raimundo García habló en una nave de su fábrica de Villacañas y anunció un último esfuerzo para salvar Puertas Visel. Trescientos empleados, incluido él, votaron a favor de reducirse el salario a un máximo de 900 euros al mes y prestar el resto a la empresa durante los próximos ocho años para que pueda pagar su deuda, además de ganar tiempo para elaborar una estrategia a largo plazo que le permita sobrevivir.

"En cierto modo, están votando conservar sus puestos de trabajo", dijo García más tarde. "Mi preocupación es que no se cierren las fábricas para no perder nuestro tejido industrial".

La industria de las puertas en Villacañas tiene un padre fundador -Abilio Cuesta, un carpintero que abrió el primer taller en los años setenta- y un momento en el que los residentes dicen que vieron el principio del fin: el 5 de enero de 2008, cuando circularon las noticias de los primeros despidos. A lo largo de los dos años siguientes se evaporaron 3.000 de los 5.000 puestos de trabajo locales. Fue un derrumbe monumental. Desaparecieron los sueldos iniciales de hasta 40.000 euros anuales y los puestos de director comercial que llevaban a casa hasta 300.000. En otra época, Puertas Mavisa patrocinaba a un equipo en la Vuelta a España. Hoy, en la puerta de su fábrica cuelga un cartel: "Liquidación de maquinarias por cierre".

A pesar de su éxito, García dice que la industria local no supo adaptarse. Algunas empresas llevaron a cabo transacciones con dinero negro. No supieron modificar su estilo de puertas para responder a nuevas demandas. Y el 95% de sus ventas se hacían en el mercado interior. Dice que el Gobierno ahora debería ayudar al sector a consolidarse. "Lo que están haciendo con las cajas de ahorros tienen que hacerlo con nosotros", afirma. "Pero predico en el desierto".

Era inevitable que la velocidad de transformación de Villacañas tuviera consecuencias positivas y negativas. Creó riqueza y oportunidades de mejorar. También atrajo las drogas y provocó un elevado índice de abandono escolar. Desechó una cultura conservadora y rural para adoptar otra más moderna, urbana y materialista. García dice, riéndose, que ha visto cómo el pueblo pasaba de ser un lugar en el que "se iba a la iglesia" a otro en el que "se va al banco, también para confesar".

Desde su elección en 2007, el alcalde García Aranda ha contratado a asesores económicos y ha obtenido una subvención del Fondo Europeo de Ajuste a la Globalización. Sin embargo, dice, "la responsabilidad de la autoridad es anticipar lo que puede venir. La crisis era impensable, pero todo el mundo decía que esto no era sostenible. Debimos haber actuado en 2004".

La matriculación en educación de adultos se ha triplicado en Villacañas. Antes, los residentes despreciaban el empleo en el sector público porque estaba mal pagado; cuando el pueblo anunció hace poco una bolsa de trabajo para funcionarios, hubo 170 solicitantes. También han aumentado ligeramente, dice el alcalde, los casos de violencia doméstica, así como la demanda de atención psicológica.

El alcalde cuenta, entre risas, que un psicólogo le había dicho de su paciente que "me dijo que el diagnóstico de este señor era clarísimo, y la medicina para curarlo, también: un trabajo y 1.200 euros al mes".

La gente menciona varios factores familiares que mantienen unida la comunidad: generosas prestaciones de desempleo, que a menudo se complementan con los ahorros o alguna chapuza; una red familiar y social que sigue siendo fuerte, aunque se haya debilitado; la contribución de la sociedad civil, y por último, una resignación pasmada pero persistente, que algún día se disipará.

Rufino López, de 39 años, que invirtió lo que había ganado en la fábrica para establecerse como carpintero independiente, está sin trabajo, como su mujer. Y ya no cobra el paro. Sobreviven gracias a sus ahorros, pero tienen que pagar los 400 euros de hipoteca para no perder la casa. Han vendido el coche y han aplazado tener un segundo hijo.

"Yo veo que la gente pone el grito en el cielo", dice. "Pueden y deben surgir conflictos. Es la única manera de ver la gravedad de la situación".

Cuando le pregunté a Elena Salgado lo que el Gobierno podía ofrecer a Villacañas, contestó: "Primero, una cierta dosis de realismo: la actividad de la construcción no va a volver a ser lo que era". Y concluyó: "Yo creo que se trata, primero, de ganar en productividad y tecnología, y después, encontrar los nichos de mercado... pero con una posición realista de incrementar la formación para tener la capacidad de encontrar empleo en otros sectores".

Según el alcalde García Aranda, las soluciones deben ir más allá de la creación de empleo. Ahora es el momento de convertir la comunidad en algo mejor, algo duradero.

"En tiempos de crisis, uno ve las cosas más grandes y duras de la condición humana", dice. "Lo que está pasando aquí no se resuelve solamente con volver a crecer. Si se hace eso, sería perder una oportunidad de reflexionar sobre aspectos de la cultura social y sobre el papel que debe desempeñar la ciudadanía".

España no ha producido todavía una literatura de la crisis como la que ha dominado las listas de libros más vendidos en Estados Unidos. A medida que vayan surgiendo títulos, uno que debe estar incluido es Jóvenes en tierra de nadie. Se trata de una tesis doctoral recién terminada por Cecilia Eseverri, una estudiante de posgrado en la Universidad Complutense.

Los jóvenes de los que habla son hijos de inmigrantes que viven en el barrio madrileño de San Cristóbal de los Ángeles, un dominó de bloques de pisos densamente poblados que cuenta con 17.000 residentes y el mayor porcentaje de inmigrantes de toda la ciudad. Eseverri comenzó sus investigaciones en él en 2005; fue maestra en el colegio local y vio cómo el barrio tenía que enfrentarse a dos pruebas, "la de la inseguridad económica y la de la transformación demográfica".

La "tierra de nadie" que describe Eseverri es, más que un lugar, una etapa de lo que significa hacerse mayor en la España actual. Los jóvenes inmigrantes a los que estudió y sobre los que ha escrito se alejan de un futuro productivo, abandonan la escuela y pierden el empleo, y luego vuelven gracias a su sólida identificación con el barrio y la red de apoyos con que cuentan.

"Con los jóvenes hay este tiempo muerto y después su reenganche, pero han dejado pasar mucho tiempo para encontrar un trabajo", explica. "La creación de asociaciones es una enseñanza política muy importante; es una forma de apoyo social bastante barata y una inversión que crea un contagio".

Los frentes de batalla de la crisis económica de España están llenos de jóvenes. Me dicen que pertenecen o a una generación perdida -excluidos de escuelas y carreras, y buscándose como pueden algún trabajito- o a una generación estrella: muy preparados, productos de la vitalidad de estos años de cambio, comprometidos con Europa y abiertos al mundo.

De cómo sorteen estos dos grupos la escasez de oportunidades dependerá cómo sale España de la crisis. ¿Qué les ofrecerá el país? ¿Se arriesgarán como lo hizo, por ejemplo, un inmigrante dominicano de 21 años llamado Dailán Santana al inscribirse en un curso de ordenadores en San Cristóbal? ¿O Cecilia Eseverri cuando optó por seguir adelante con su carrera académica pese a que hay plazas de profesor disponibles en la universidad?

También está el caso de Manuel Huete, un joven de 26 años que reconoce con timidez que "tengo que decir que la crisis ha sido buena para mí".

Huete creció en Villacañas. La industria de las puertas colocó a su familia en una situación acomodada. "Toda la familia trabajaba en las puertas: mi padre, mi hermana, mi cuñado, mi tío", dice. "Teníamos que diversificar un poco".

Pese a las objeciones familiares, estudió Empresariales en la Universidad Complutense en Aranjuez y Economía en la Carlos III. Cuando se graduó, el verano pasado, y no consiguió trabajo, se fue al Reino Unido a aprender inglés y le contrató Luis Garicano, un economista español que trabaja en la London School of Economics. Hoy, Huete trabaja en el Banco de España, en un proyecto de tecnología de la información para el Banco Central Europeo.

"Si no hubiera sido por la crisis, quizá estaría haciendo puertas", dice. Ahora "quiero ser economista. Es una ciencia muy noble. Intentamos resolver los problemas de las necesidades, en especial las necesidades más básicas".

¿Y cómo ve el futuro de Villacañas?

"Yo espero que Villacañas tenga futuro", responde. "Es un pueblo que se ha arriesgado y ha sido fértil. Durante unos años no va a vivir de las puertas. Dará pasos atrás. Pero no regresará a los silos".

http://www.elpais.com/articulo/reportajes/Retrato/pais/crisis/elpepusocdmg/20100613elpdmgrep_1/Tes

lunes, 7 de junio de 2010

8 DE JUNIO...¡¡¡HUELGA DE FUNCIONARIOS!!!...PERO QUE NO SE ME PONGA CERCA NINGUN SINDICALISTA...

Mientras los funcionarios perdían poder adquisitivo y realizaban malabarismos contables
con el sueldo, miles de paletos de eructo, puti club y caspa montaban una constructora y
juntaban billetes de quinientos euros como cromos. Legiones de jóvenes abandonaban los
estudios y dejaban sus libros escolares criando polvo mientras se pavoneaban en coches
refulgentes… ¿los funcionarios? Unos “pringaos, hombre, unos “pringaos”… ¿para qué
estudiar?, ¿para qué invertir?, ¿para qué innovar?...
“España va bien”.
Y mientras tantos celebraban sus ganancias entre cubatas, risas, rayas de coca y “España
va bien”, miles de hombres y mujeres habían inmolado sus mejores años junto a una taza
de café cargado, un flexo y un temario de oposiciones. Con los codos clavados en una
mesa, viendo la vida desfilar a través del claroscuro de un ventanal, a la espera del
momento crucial y temible de los exámenes.
Pues bien, ahora resulta que, según los neoliberales, los efectos de aquellos excesos han
de pagarlos los “privilegiados funcionarios”, precisamente el colectivo que apenas se
benefició del auge económico y que, por supuesto, no provocó la crisis.
Según ese planteamiento no pidamos cuenta a las entidades bancarias que prestaron
dinero sin las debidas garantías. No pensemos que las ganancias obscenas de la
especulación acabaron en paraísos fiscales. No indaguemos en ayuntamientos y
comunidades que dilapidaron millones encargando obras absurdas que enriquecieron a
empresarios. No, no… todo esto que lo paguen los funcionarios.
Sí, los funcionarios, aquellos “pringaos” durante los años del falso esplendor económico.
Sí, el juez que sacrificó como poco cinco años en una oposición terrorífica (aparte de los
cinco de carrera) para ganar menos que muchos fontaneros. Sí, los miles de opositores
que hubieron de recurrir al Lexatín, el policía que se juega la vida por mil quinientos euros
mensuales, el auxiliar que no gana más de novecientos… ¡resulta que estos han de pagar
la crisis y son unos “privilegiados”!

Gustavo Vidal Manzanares es jurista y escritor

domingo, 6 de junio de 2010

LA SUERTE LLAMA A LA SUERTE

Si esta historia no te llega al corazón, es que no lo tienes.


¡¡ Una increíble historia de suerte e inspiración para todos nosotros !!



¿Puedes creerlo?
Este tío gana 181 millones de €uros en la lotería el viernes pasado.
Y entonces encuentra al amor de su vida justo 2 días después...
¡¡ Y luego dicen que la suerte NO EXISTE !!


viernes, 4 de junio de 2010

INDECENTE




Ha dicho la Vicepresidenta del gobierno que es indecente que mientras la inflación es -1%,y tengamos más de 4.000.000 de parados, haya gente que no esté de acuerdo en alargar la jubilación a los 70 años.


Nos gustaría transmitirle a esta "Sra. Vicepresidenta" y a todos los políticos, lo que consideramos indecente :


INDECENTE, es que el salario mínimo de un trabajador sea de 624 €/mes y el de un diputado de 3.996, pudiendo llegar, con dietas y otras prebendas, a 6.500 €/mes.

INDECENTE, es que un profesor, un maestro, un catedrático de universidad o un cirujano de la sanidad pública, ganen menos que el concejal de festejos de un ayuntamiento de tercera.

INDECENTE, es que los políticos se suban sus retribuciones en el porcentaje que les apetezca (siempre por unanimidad, por supuesto, y al inicio de la legislatura).

INDECENTE, es que un ciudadano tenga que cotizar 35 años para percibir una jubilación y a los diputados les baste sólo con siete, y que los miembros del gobierno, para cobrar la pensión máxima, sólo necesiten jurar el cargo.

INDECENTE, es que los diputados sean los únicos trabajadores (¿?) de este país que están exentos de tributar un tercio de su sueldo del IRPF.

INDECENTE, es colocar en la administración a miles de asesores = (léase amigotes con sueldos que ya desearían los técnicos más cualificados.)

INDECENTE, es el ingente dinero destinado a sostener a los partidos, aprobados por los mismos políticos que viven de ellos.

INDECENTE, es que a un político no se le exija superar una mínima prueba de capacidad para ejercer su cargo. (ni cultural ni intelectual.)

INDECENTE, es el coste que representa para los ciudadanos sus comidas, coches oficiales, chóferes, viajes (siempre en gran clase) y tarjetas de crédito por doquier.


INDECENTE No es que no se congelen el sueldo sus señorias, sino que no se lo bajen.

INDECENTE, es que sus señorías tengan seis meses de vacaciones al año.

INDECENTE, es que ministros, secretarios de estado y altos cargos
de la política, cuando cesan, son los únicos ciudadanos de este país que pueden legalmente percibir dos salarios del ERARIO PÚBLICO.


Y que sea cuál sea el color del gobierno, toooooooodos los políticos se benefician de este moderno "derecho de pernada" mientras no se cambien las leyes que lo regula. ¿Y quiénes las cambiarán? ¿Ellos mismos? Já.

jueves, 3 de junio de 2010

El Club Bilderberg


El hotel Dolce de Sitges es esta mañana el centro de muchas miradas por la importancia de los clientes que se hospedan en él, aunque es muy poco lo que se puede ver de él. Los Mossos d'Esquadra han desplegado un amplio dispositivo de seguridad alrededor del hotel, unos 350 agentes, cortando la carretera que da acceso a la zona de Can Girona, donde se encuentra el centro hotelero. El Club Bilderberg, que agrupa a presidentes de empresas, bancos, jefes de Estado, miembros de las monarquías europeas y a las personas más influyentes del mundo, se reúnen aquí para debatir temas económicos y políticos sin hacer públicas sus conclusiones. A la reunión se espera la asistencia, entre otros, de la reina Sofía y del presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, que también ha sido invitado a las jornadas.

El puñado de curiosos y los muchos periodistas que están cubriendo el encuentro se tienen que conformar con estar a 500 metros del Dolce. Durante la mañana se han podido ver coches de lujo llegar a la zona, con los cristales tintados para garantizar la discreción de sus ocupantes. Los pocos vecinos que residen cerca, que tienen prohibido estar en la zona con cámaras de vídeo o fotográficas, tampoco se han dejado ver. Para ir a sus casas tienen que estar acreditados, y no pueden recibir visitas. Fuentes de la cadena hotelera han señalado que no pueden "confirmar ni desmentir" la presencia de personalidades durante estos días aunque sí han admitido que el recinto se encuentra cerrado al público hasta el próximo domingo.

Los que sí han empezado a dejarse ver son los antisistema. Medio centenar de ellos se han concentrado en el punto en el que los mossos y la Policía Local cortan el paso. Los antidisturbios han actuado para ponerlos tras las vallas de seguridad que se han instalado. Para esta tarde está prevista una concentración en contra de la presencia del Club Bilderberg en la localidad. El hotel Dolce Sitges es el más lujoso y nuevo de los muchos que hay en Sitges, en el espacio natural del Colls. Precisamente, estos días trabaja aquí un equipo de personal de un plan ocupacional de mantenimiento forestal, al que hoy se le ha dado fiesta debido a la celebración del encuentro.

El Club Bilderberg celebra anualmente una conferencia privada durante varios días con más de un centenar de destacados dirigentes mundiales e influyentes personalidades de diversos sectores, que asisten solo por invitación. El encuentro, que cada año se celebra en un país distinto, es privado y casi secreto, y la discreción sobre lo que se habla es total. La Reina asiste este año una vez más, como ya hizo en la reunión de 2009, que tuvo lugar en la capital de su país natal, Atenas (Grecia), y también en ocasiones anteriores.

Asistentes españoles

Entre los miembros españoles que suelen acudir anualmente a la convocatoria de este exclusivo grupo se encuentran el consejero delegado del grupo PRISA, Juan Luis Cebrián, el presidente de Acciona, José Manuel Entrecanales, o el ex ministro de Economía Pedro Solbes. Entre el resto de invitados que se esperan están la reina Beatriz de Holanda; el director de la Organización Mundial del Comercio, Pascal Lamy; el presidente del Banco Central Europeo, Jean Claude Trichet; y el ex secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer, según varios medios nacionales e internacionales

La primera conferencia del club tuvo lugar en el Hotel Bilderberg, cerca de Arnhem (Países Bajos), el 29 y 30 de mayo de 1954. Entre los principales impulsores figuran el ex ministro belga Paul Van Zeeland, el príncipe Bernardo de Holanda y el asesor político Joseph Retinger. Otros asistentes activos son el estadounidense Donald Rumsfeld, el irlandés Peter Shuderland o el ex presidente del Banco Mundial Paul Wolfowitz.

http://www.elpais.com/articulo/espana/influyente/Club/Bilderberg/reune/hoy/Sitges/elpepuesp/20100603elpepunac_5/Tes


miércoles, 2 de junio de 2010

YO TAMBIEN LO VEO TODO NEGRO...¿EL FIN DE UNA NACION?





Es muy corto, claro y se aplica 100% a nuestra realidad social:

Subsidios” “Peonadas""Cargos políticos" "Compensaciones por solidaridad"
"Impuestos directos a los que trabajan”
“Prebendas Políticas”, etc..etc..

Pensamiento de A.Rogers (1931)


Todo lo que una persona recibe sin haber trabajado para obtenerlo, otra persona deberá haber trabajado para ello, pero sin recibirlo
El gobierno no puede entregar nada a alguien, si antes no se lo ha quitado a alguna otra persona.

Cuando la mitad de las personas llegan a la conclusión de que ellas no tienen que trabajar porque la otra mitad está obligada a hacerse cargo de ellas, y cuando esta otra mitad se convence de que no vale la pena trabajar porque alguien les quitará lo que han logrado con su esfuerzo, eso... mi querido amigo...

...es el fin de cualquier Nación.

“No se puede multiplicar la riqueza dividiéndola”.

Dr. Adrian Rogers, 1931