miércoles, 6 de julio de 2011

EXTREMAYDURA Y ROJA...HASTA AHORA...

En pocas ocasiones Extremadura había copado tantos titulares en la prensa nacional como en el último mes y medio, a raíz de la voluntad de cambio expresada por sus ciudadanos en las elecciones del pasado 22-M. A ese deseo de «renovación política» se refirió este lunes José Antonio Monago, el candidato del PP que mañana, previsiblemente, se convertirá en el presidente de la región más pobre de España. Su PIB por habitante es de 16.828 euros, muy por debajo de la media nacional, situada en 23.063 euros.

Monago tiene por delante una compleja gestión para elevar las estadísticas que colocan a su región a la cola en aspectos sociales. Ha llamado a «construir una nueva Extremadura» y de hecho así tituló su discurso en la primera sesión de investidura. «En tiempos difíciles» del pasado, los extremeños dieron «pasos fundamentales» para «levantar otras regiones», afirmó. Ahora quiere que lo hagan por la suya.

A la cola en salario medio

Esa será la fórmula, opina, «para mejorar el estado de bienestar y recuperar el empleo». Y es que su cifra de paro ronda el 25 por ciento. Supera en cuatro puntos a la media del país y es también más sonrojante que la que Juan Carlos Rodríguez Ibarra se encontró en 1982 cuando el PSOE accedió por primera a la presidencia de la comunidad. De hecho, en la última cifra publicada por el Ministerio de Trabajo esta semana, el desempleo descendía en todos los territorios salvo La Rioja y Extremadura.

Lo que apenas ha variado durante estas tres décadas de Gobierno socialista —un cuarto de siglo con Ibarra y una legislatura con Guillermo Fernández Vara— es la población. La estimación del INE para el 1 de abril de este año era de 1.083.542 personas. El censo en 1981 era de 1.064.976 habitantes, aunque tanto la referencia de 1991 como la de 2001 era menor (1.061.852 y 1.058.503, respectivamente).

Otras de las variables estadísticas en las que Extremadura resulta perjudicada en comparación con otras autonomías es el sueldo medio anual. El trabajador extremeño percibe 19.099 euros, la segunda cifra más baja del país, solo rebajada en Canarias. Es inferior a la media de 22.511 euros en un ranking que encabezan los vascos, según la encuesta de estructura salarial de 2009 publicada en junio.

Dos indicadores sociales que contrastan son el gasto sanitario por habitante y la inversión por alumno. En el primer caso, Extremadura se queda a un escalón de la medalla de bronce con un presupuesto de 1.390 euros por persona, algo superior a la media nacional de 1.288 euros. Sin embargo, donde resta mucho por mejorar es en educación. Aunque destina el 5,8 por ciento del PIB —la media es del 2,9— la cantidad se aleja de la de otras regiones: 5.017 euros por los casi 5.300 totales.

La cuestión económica ha enfrentado en numerosas ocasiones a Extremadura con Cataluña. Recordada es la polémica que en 2008 provocó el cabeza de lista de la coalición ICV-EUiA por Tarragona, con una campaña en su blog en la que animaba a «apadrinar un niño extremeño» para criticar su contribución al PIB nacional.

Hace escasos días la controversia la suscitaba el consejero de Economía de la Generalitat, Andreu Mas-Collel, que animó al Gobierno a paralizar el AVE a Extremadura. «Yo quitaría los Mossos y cerraría los cuatro canales de televisión autonómica catalana», respondió ofendido Ibarra, para proseguir un conflicto eterno. A partir de mañana, Extremadura está llamada a cambiar su inercia.

http://www.abc.es/20110706/espana/abcp-radiografia-para-vuelco-historico-20110706.html